martes, 28 de mayo de 2013

[Minis] Evolución del Hobby

Uno se hace mayor cuando se da cuenta de que, con la tontería, hace AÑOS de muchas cosas. Hace años que conoces a tus amigos. Hace años que estrenaron la nueva trilogía de SW. Hace años desde mi último examen. Hace años que estoy con Vane. Y entre esa vorágine de madurez, hace años que pinto miniaturas. Más de 20 años ya, comprando miniaturas, pintándolas, leyendo sobre sus universos de fantasía, creando mis propias historias, etc. 

Y de esos 20 años, más de la mitad jugando a juegos de GW. 

Yo, cómo muchos de mi quinta, empecé con el Cruzada Estelar y el HeroQuest (de un amigo, que se va a casar en unos 15 días… lo dicho, que nos hacemos mayores). Luego el BattleMasters. Las tiendas de barrio independientes donde te traían miniaturas increíbles. Warhammer 40000 2ªEd. Miniaturas sólo para las ocasiones especiales (cumpleaños, Navidad, etc). Me hice un poco mayor, y empecé a jugar a 40k 3ªEd (que se puede decir que es a la edición que jugué, ya que a 2ª jugué poquito…). Ya habían sacado la caja básica de Blood Bowl en castellano, el Space Hulk y el Warhammer Quest, creo… Seguí jugando, coleccionando ejércitos, leyendo sus historias, comprando la WD, etc. Lo habitual en mi quinta. 

En algún punto (¿llegué a jugar a 4ªEd? La verdad es que no lo recuerdo…) dejé de pintarme Ángeles Sangrientos para empezar a pintarme a Khador. Y poco a poco fui abandonando los juegos de GW (y de comprar sus miniaturas) para gastarme la pasta en otros juegos, en otras ambientaciones, en otros sistemas de juego. 

¿Y todo este rollo para qué? Para daros mi opinión sobre algo que pasa en la actualidad. Cuando yo era un crío que iba con barba para que no le pidieran el carné en la disco, cuando querías cambiar de estilo de juego, cambiabas de ejército. Y si te apetecía algo más light, cambiabas a un juego de tablero. Pero… SIEMPRE eran de GW. Yo alternaba partidas con mis Lobos Espaciales y mi clan Goff. Siempre iba al CaC, pero en una partida podía avanzar sin “preocuparme” de las bajas, y en la otra cada marine muerto era un trauma. Y si no tenía ganas de ir cargado, jugaba un partido de Blood Bowl. O quedaba en casa de un amigo a jugar unas partidas míticas al Space Hulk. El Battlefleet Gothic nunca me llamó la atención, por eso… 

Como os he dicho, si quería cambiar cambiaba de ejército. Es más, lo habitual en los foros cuando alguien preguntaba sobre opciones para su segundo ejército era que buscara algo diferente. ¿Tienes marines? Hazte tiránidos, u Orkos. ¿Te gusta disparar? Píllate ahora un ejército Eldar de disparo. Etc, etc, etc. Buscábamos la variedad dentro del mismo juego, o cómo mucho, dentro de la misma compañía. 

Esto era debido, sobre todo, porque apenas había nada más. Y en castellano creo que directamente no había nada más. Ni siquiera los históricos eran tan visibles como ahora, diría yo… Así que la opción fácil, segura y que te garantizaba poder seguir jugando era quedarte dentro del juego. 

Además, GW hizo las cosas muy bien: se podría decir que tenía un monopolio, pero es que lo tenía muy bien montado. Dos juegos grandes, cada uno con una ambientación (fantasía o cifi). Y toda una serie de juegos “pequeños” (por tamaño) que compartían la misma ambientación, haciendo que fuera sencillísimo el escoger facción/equipo/banda. Todo el mundo sabía cómo eran los Skavens, y daba igual que fuera en BB, en Mordheim o en Warhammer. Los enanos siempre iban a ser honorables tapones barbudos. Los elfos ágiles y rápidos, fuera en el Warhammer Quest o en Warmaster. 

Así, si querías jugar a escaramuzas, porque no tenías ganas de ir cargado, tenías Mordheim y Necromunda. ¿Batallas navales? Man-o-War y BFG. ¿Dungeons? El Warhammer Quest y el Space Hulk. ¿Deportes? Blood Bowl siempre ha sido el rey… Ellos cubrían todos los posibles campos; además, con los sospechosos habituales, con lo que la adaptación era muy sencilla. Y con lo que conseguías poder empezar una batalla naval, continuar la campaña con una megabatalla a Warmaster y terminarla con un enfoque a una parte de ella en Warhammer. El mismo universo, casi las mismas reglas, y todo quedaba en casa. 

La ecuación ideal. 

Ahora bien, ya sea por pereza, estrategias de márquetin, cambio en la directiva, etc, los Juegos de Especialista (así los llaman) cada vez tienen menos apoyo oficial. Además, han surgido numerosas compañías que intentan hacer sombra al gigante de Nottingham. Muchas cuentan entre sus filas con veteranos de la compañía del Enano Blanco, nombres reconocidos por el fandom como Andy Chambers, Rick Priestley, Alessio Cavatore, etc. Y en según qué países y sectores, los juegos de GW ya no son los más jugados… 

Y llegamos al punto al que quería llegar. Os he explicado que, durante mi adolescencia, si uno quería cambiar de estilo siempre se quedaba en GW. Hoy en día, y en según qué círculos, no. Yo ahora mismo, si quiero jugar a naves juego al Firestorm Armada. Si no tengo ganas de ir cargado, me monto una partida de Malifaux. Para una partida rápida y violenta, me voy para el Dreadball. ¿Un Dungeon? Tengo el SuperDungeon Explore. Y si quiero algo más épico, una partida a 50 puntos de Warmachine ya reúne suficiente tropa… Es casi la misma situación que hace diez años, con la salvedad de que todos estos juegos son de compañías diferentes. Y, con excepciones, no parece que ninguna compañía quiera (¿o tal vez es que no pueden?) copar todas las gamas posibles. Cuando desde Privateer Press han querido diversificar, no han sacado un Warmachine para batallas gigantes: han sacado un juego de miniaturas prepintadas sobre monstruos y robots. En Wyrd tienes un juego de tablero con marionetas. Mantic sí que parece que intenta sacar todo lo que tenía GW: tienen sus dos juegos principales, el deportivo, creo que uno de mazmorras también y ahora sacan uno de escaramuzas cifi… 

Dindrezi, de FSA. No pongo fotos de GW, no vaya a ser que me chapen el blog... :P

Hoy en día tenemos variedad, cosa que para el aficionado sólo puede ser bueno. Y aunque esta variedad ha creado que, a veces, cueste más encontrar jugadores de “tu juego”, también ha permitido a los jugadores diversificarse, variando su manera de jugar y sus estrategias… No es lo mismo la experiencia “tiro 20D6” que tienes en FSA que el “cambio este 2 de cuervos por el rey de carneros” que tienes en Malifaux. Y eso se agradece… aunque a veces no llegues a profundizar en ningún juego lo suficiente ^^U

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